viernes, 4 de marzo de 2011

El cine europeo en peligro por las subvenciones del Programa Media

La posibilidad de que Bruselas limite o ampute las ayudas públicas a las producciones audiovisuales europeas enmarcadas en su programa MEDIA ha puesto en pie de guerra a las vacas sagradas del cine del viejo continente. De Pedro Almodóvar a Wim Wenders y de Ken Loach a Nani Moretti, pasando por Costa-Gavras, Michael Haneke o los hermanos Dardenne, un inacabable rosario de cineastas ha firmado ya un manifiesto lamentando -denunciando- los planes de ahorro de la Comisión Europea en lo que respecta al cine. "Rechazamos de plano la supresión del Programa MEDIA e incluso su fusión con otro tipo de programas más amplios (...) Apelamos al presidente de la Comisión Europea para que reciba lo más rápidamente posible a una delegación de cineastas europeos", dice el comunicado.

Sin embargo, fuentes de la Comisión quisieron ayer desmentir esta posibilidad de supresión: "El programa MEDIA no está en peligro. Es un gran éxito", señalaba ayer Dennis Abbot, portavoz de la comisaria Androulla Vassiliou, responsable de Cultura. Otra cosa es que el programa se enfrente a algunos cambios, por una parte de adaptación sectorial al cambio tecnológico y por otra al inevitable reajuste presupuestario de las instituciones comunitarias. MEDIA se puso en marcha en 1991 y para cuando concluya en 2013 el vigente plan presupuestario de la Comisión, habrá volcado en el cine cerca de 1.700 millones de euros.

El programa cumple justo ahora 20 años. Desde La vida es bella en 1999 a El discurso del rey, cuya distribución se verá reforzada con 562.000 euros comunitarios, ha intervenido en algún estadio de la vida de siete películas europeas triunfadoras en los Oscar de Hollywood y en la última década ha estado detrás de ocho Palmas de Oro en Cannes.

MEDIA nació para contribuir a la promoción y distribución de películas europeas, aunque también invierte en formación de productores, guionistas y directores o en la organización de festivales. "Y mediante al apoyo a distribuidores independientes el programa ha conseguido que los espectadores europeos puedan ver películas hechas en otros países", dice el portavoz.
Cabe la posibilidad de que MEDIA pueda quedar absorbido en un programa genérico de apoyo a la industria de la creación europea, asunto sobre el que la Comisión considera prematuro pronunciarse. "La comisaria va a insistir en que se mantengan los recursos para el programa", precisa Abbott, quien lo más que concede es que "podría haber algunos cambios, como siempre ocurre, para que pueda responder al reto de la digitalización y el cambio tecnológico".
Diluir MEDIA en un programa orientado a potenciar la creatividad europea abre la vía a que fondos ahora claramente destinados al cine puedan destinarse a otros cometidos. La sola posibilidad de recortes de subvenciones comunitarias al cine hace temblar a algunos en España. ¿Qué pasaría si no existiera el programa MEDIA? "Pues que alguien compraría la ganadora de Cannes o Berlín, desde luego, pero solo ese tipo de películas", comenta Josetxo Moreno, de la distribuidora y exhibidora Golem. "Nosotros trajimos la rumana Cuatro meses, tres semanas, dos días, ganadora de la Palma de oro. Y tras ella se distribuyeron en España otras joyas del cine de ese país, que sin el programa MEDIA jamás se hubieran visto en nuestro país".

Para José Luis Cienfuegos, director del festival de cine de Gijón, "muchos certámenes sufrirían en sus cimientos económicos, y además desaparecería el programa que mejor ha creado una conciencia de unidad europea en lo audiovisual". Un festival como el de Gijón, comenta su director, "recibe una subvención directa -unos 60.000 euros-, a cambio de que el 70% de los filmes sean europeos", pero lo importante no es la cuota ni el dinero, "que en un presupuesto exiguo se nota", sino que "sin él no habría conciencia europea".

Enrique González Macho, de la distribuidora y exhibidora Alta Films, argumenta así su preocupación: "Habría cinematografías que nunca más veríamos en España. El programa MEDIA ha fomentado una oferta, la de cine europeo, que ha provocado que haya un público que demande más títulos así. Sin él, se rompería la cadena justo en el peor momento, en los tiempos en que se duda sobre el futuro del cine".

Y va más allá: "Las teles no compran cine europeo, la gente se descarga sin parar... MEDIA funciona muy bien, vigila cada inversión, y más allá de que te ayude a comprar una película, lo que sirve es para apoyarte en el lanzamiento en salas. En un momento de cambio del modelo de negocio, que desaparezca MEDIA acabaría con el cine europeo, porque esta iniciativa tiene un efecto multiplicador en el público".

Fuente: El País

3 comentarios:

  1. Pienso que las ayudas públicas no hacen ningún favor a las películas... El cine debería estar en un entorno de competencia porque así es estrujarían más los sesos para hacer mejores películas. Por lo menos en el caso español, que los temas que tocan son siempre los mismos y muy manidos.

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  2. El apoyo al Cine Español y Europeo es fundamental si tenemos en cuenta que el negocio está controlado, en gran medida, por los norteamericanos. Unos norteamericanos que nos venden una película buena, pero nos obligan a exhibir 4 malas porque vienen en el "pack". Unos norteamericanos que, por su historia audiovisual, cuentan con una industria de cine y televisión que les propina millones de dólares de beneficios y, por consiguiente, millones de dólares de inversión en sus producciones. Y, en tercer lugar, unos norteamericanos que también repiten las historias de siempre, así como producen historias originales. El cine es un arte. El Cine Español y Europeo son artes eminentemente sociales por tradición. Una tradición que está abriéndose con muy buenos resultados hacia las grandes producciones, cada vez más ambiciosas. Por ello, porque el Cine Español y Europeo forman parte de nuestra cultura (y pertenecen a un sistema de mercado que nos dará de comer algún día), el apoyo brindado y las ayudas no pueden desaparecer. La producción audiovisual es libertad de expresión, es emoción y es magia. La producción audiovisual española y europea es parte de nuestra cultura, parte de nuestra magia.

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